Hablemos de emociones

 “Las emociones son estados afectivos innatos y automáticos que se experimentan a través de cambios fisiológicos, cognitivos y conductuales. Sirven para hacernos más adaptativos al entorno que experimentamos” (Emocionario, 2016).

Emociones1

 

Esta sería la definición de este fantástico libro que os dejaré en el enlace de libros. Una emoción es un estado interno, algo que ocurre dentro de nosotros,  que nos mueve a hacer cosas. Las emociones son inconscientes y no podemos tener un control sobre ellas, pero lo que sí podemos controlar son las sensaciones que nos provocan, podemos aprender a regular como las expresamos. Podemos regular como manifestamos nuestra ira, nuestro miedo y nuestra alegría. No sólo cuando estamos enfadados y llenos de ira podemos resultar molestos sino que, al expresar nuestra alegría y entusiasmo de manera intensa también podemos llegar o a ser agotadores para la persona que está al lado.

 

En nuestra infancia, nuestras acciones están regidas fundamentalmente por los circuitos emocionales; después, según vamos madurando y nuestro cerebro se desarrolla, es cuando comienza a tomar un mayor control de las acciones le pensamiento, pese a todo, existen ocasiones en las que debido a que la emoción que estoy sintiendo es tan intensa que no hacemos juicios y actuamos directamente sin pensar, movidos sólo por nuestro estado emocional.

Imaginemos que nos ha tocado la lotería y estamos muy alegres; en ese momento no pensamos lo que decimos, simplemente expresamos las ideas alegremente, miles de sueños y aventuras pasan por nuestra cabeza sin darnos cuenta si van a ser posibles o no, pero en ese momento de euforia y alegría la emoción es la que rige mi conducta.

Las emociones nos aportan información directa de nuestro estado interno y tienen tres funciones principales:

  • Una función adaptativa, nos informan de aquello que es más relevante para nuestra supervivencia y nos preparan para la acción. Podemos imaginar el caso de ver una serpiente venenosa y sentir miedo, esto va a activar los circuitos necesarios para emprender la huida del peligro y ponernos a salvo, en este caso la emoción ha resultado ser un atajo para la toma de una decisión, no he tenido que pensar mucho para salir corriendo, directamente siento el miedo y busco ponerme a salvo. Por lo tanto, nos ayudan a adaptarnos al entorno que vivimos.
  • Una función social, nos permiten comunicar nuestro estado de ánimo a los demás facilitando la interacción social, pues nos permiten reconocer las conductas de los demás. Cuando vemos a una persona aparentemente triste no nos acercamos a ella con las mismas palabras que si observamos que está alegre, lo hacemos de manera diferente, de la misma manera que al ver a una persona que expresa miedo, podemos activar nuestra conducta de ayuda y estar a su lado para superar la situación.
  • Una función motivacional, promueven o no, en función de la emoción que estamos experimentando que realicemos distintas conductas. Por ejemplo, si estoy sintiendo alegría es más probable que empiece proyectos nuevos, como estudiar, hacer deporte o iniciar algún curso que si estoy triste. Imaginad  cuando conocemos a alguien de nuestro agrado y que nos hace felices, nos sentimos alegres, no tenemos freno para nuestras actividades, estamos llenos de vitalidad y con ganas de iniciar cualquier actividad.

En resumen, las emociones nos ayudan a adaptarnos, nos hacen sociales y nos permiten relacionarnos con los demás. Además, fomentan nuestra motivación para hacer cosas o para dejar de hacerlas y tomarnos nuestro tiempo de reflexión.

Vamos a ver los tipos de emociones:

  • Por un lado, tenemos a  las emociones primarias o innatas, se caracterizan por tener unas señales universales distintivas, todas las personas del planeta saben reconocerlas; por lo tanto, tienen un procesamiento automático y una fisiología distinta con unas manifestaciones características. Son: sorpresa, asco, miedo, alegría, tristeza e ira.
  • Por otro lado, tenemos las emociones secundarias, estas son fruto de la socialización y del desarrollo del individuo a nivel cognitivo, dicho de otro modo, las vamos aprendiendo con los años. Aparecen a partir de los dos años y medio, dependen del entorno cultural en el que se desarrolla la persona y de las experiencias personales que viva. Son: culpa, vergüenza, orgullo, celos, hostilidad, arrogancia…

Es importante saber que no podemos eliminar nuestras emociones, nos acompañan desde el nacimiento, siempre van a estar con nosotros, desear eliminarlas, intentar bloquearlas o no sentirlas es una idea prácticamente imposible. Además, conllevaría otro tipo de problemas psicológicos, como no saber empatizar con los demás, lo cual nos llevaría a tener problemas en nuestras relaciones sociales. Lo que sí podemos hacer es trabajar con ellas, aceptándolas como lo que son. Las emociones son una de nuestras fuentes de información, debemos permitir que aparezcan y que fluyan. Todas las emociones son necesarias, apartarlas es inútil, todas han de estar integradas.

Os dejo unos libros recomendados y una película relacionados con este tema en Libros y Enlace 

6 respuestas a “Hablemos de emociones

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